Resplandor y cenizas
Autor: | Flórez Garrido, Clímaco Manuel |
La brevedad que irrumpe este comentario es quizás la diferencia que acerca el mundo poético que entrecruza el vuelo de halcón que asciende en el mundo de sueños y el de realidades vividas. Entretejidas ambas en el cruce de caminos de quienes caminan y de quienes ven caminar queriendo señalar el camino correcto al caminante genuino. Allí está la encrucijada de Resplandor y cenizas. Un puente colgante que produce vértigo a quienes atraviesan el mundo de sueños queriendo unir los extremos que equilibran la vida. De todas maneras el péndulo no detiene el movimiento que lo habita así el caminante duerma tranquilo en el filo del cuchillo que produce el dolor:
Cuando indiferente / caminas por mi piel / duermo tranquilo [...] Quizá no sea un sueño / cuando sin ti despierto / ¡solo están tus cenizas / en el lecho!.
No sé si el poeta quiere a las bajas o altas temperaturas de quien columpia la vida por el sendero escabroso del ayer perdido; de un ayer de cristal y estrellas que ronca en versos dormidos. Es recurrente Resplandor y cenizas para señalar lo que queda después del incendio, después del fuego que abre el pecho al mundo que duerme y despierta la herida:
Traje esta noche de cristal / a tus noches de poeta / para que cantes poemas de estrellas / como ayer. [...] para quien naufragó en el mar de la vida / la instales en tu cuarto / donde roncan tus versos. [...] Te traje esta noche de cristal / para que duermas junto a ella / mientras yo despierto.
El libro está ahí, al alcance de tus manos. Sabrás si estás dispuesto a devorar el fruto. ¡Que más pide el poeta en estos tiempos dolorosos!
Óscar Flórez Támara