Reseña

Los recuerdos llegan entremezclados, ya no sé si son los míos o los de otros que me los contaron. …..Pelea Tito pelea…. cántico que nunca escuche en vivo pero que viene a mi mente claramente, la cancha de básquetbol, la gente, el sol y Tito Crissien en acción. Tito, formó parte, durante un corto pero significativo espacio de su vida, de un grupo de jóvenes estudiantes costeños en la Universidad Industrial de Santander, Dejaron huella. Eran inteligentes, cariñosos, divertidos, parranderos y pendencieros fue tanta la bulla que hicieron, que propiciaron los graffiti de la época en los baños y paredillas de la “U”: “haga patria, mate un costeño”. Desafortunadamente, la UIS no pudo contar entre sus egresados con este amigo que luego se hizo arquitecto, y después fué Senador de la Republica; todo un personaje. Recuerdo a Tito caminando como cualquier vecino, codeándose con la gente y cumpliendo con su promesa de servicio en la inolvidable CUC; pero lo más impactante para alguien recién llegado del interior, fue observar el trato informal - sin rayar en el irrespeto - entre directivos y dirigidos. Era un trato de tu a tu entre amigos que tenían un propósito común; consolidar una institución de educación superior que ofreciera formación profesional a sectores de la población con menos facilidades económicas. Tito crissien, hombre simpático, familiar, amigo, deportista, visionario y ejecutor de sus visiones. Ahora escribe sus memorias y nos envuelve a todos los que lo queremos en el torbellino de sus ideas. Su cerebro, bien conectado al universo, nunca descansa. Aunque su organismo le jugó una mala pasada e intentó mantenerlo quieto por un rato. Es tanta su actividad interior, tan intensa y constante que no puede, ni debe quedarse con todo ese equipaje de experiencia y conocimiento que ha acumulado. Necesita compartirlo. En sus escritos surge el docente que invita a profundizar en algún tópico de los muchos que aborda, surge el filósofo que analiza la vida y las costumbres, el realista que ve lo que es tal como es, el corroncho que llama las cosas por su nombre vulgar, el hombre caribe que describe de manera mágica lo cotidiano y normal; y sobre todo el padre, esposo, hermano, hijo y amigo que es a carta cabal. Bienvenida sea esta tarea que ha asumido Tito de hacernos partícipes de su FE EN DIOS, de su claridad de pensamiento y de su esperanza en un futuro mejor. PATRICIA ROCHA PEREZ DE MANCO Sicopedagoga.