Amor, Romanticismo, Sexo y el Deterioro de la vida
Autor: | Crissien Samper, Eduardo Alfonso |
PRÓLOGO Traigo al recuerdo una conversación que tuve con mi compadre “el filósofo”, a quien tendré que citar, en más oportunidades en el transcurso de esta aventura literaria y que creo sirve, para disipar dudas sobre mis motivaciones al escribirla y para reafirmar la voluntad de realizarla. La transcribo como creo que la recuerdo. “La vida es una oportunidad”. La manera en que se le encare determinará la obtención de más o menos satisfacciones; de mayor o menor felicidad. Miles hay, para quienes la existencia ofrece una perspectiva brillante, en tanto que decenas de miles no hayan en ella ningún estímulo y sus días transcurren rutinarios, descoloridos, y carentes de interés. Un pensador agudo que practique una filosofía constructiva, temeroso de DIOS, echando mano a sus experiencias vividas y estudiando la naturaleza humana, aprovechará los recursos que esta le ofrece al alcance de la mano, para transitar el camino que conduce a la verdadera felicidad. Ligada a la felicidad, la salud mental, depende de que exista la primera o que se carezca de ella y por consiguiente la actitud frente a la vida. Muchas personas suponen que toda alteración mental, se debe a alguna enfermedad definida ya sea de origen biológico (hereditario, neural), ambiental (familiar, social), o psicológica que produce una alteración en el razonamiento y comportamiento, que son causados solo por una degeneración del tejido nervioso y que fuera de los medios terapéuticos y tratamientos a base de medicamentos, vitaminas y siquiatras, no hay nada más que pueda hacerse. Pero cuando ahondamos un poco en este tema de siquiatras, encontramos que, la voluntad y el autocontrol de los sentidos, el dominio de los pensamientos y la formación de los hábitos, tiene muchísimo que ver con la prevención de los trastornos mentales, más que lo que la mayoría de las personas suponemos, por lo menos en los casos más comunes y corrientes. Citemos un caso de la vida real. Aconteció que en la ciudad de Barranquilla en un barrio llamado la Magdalena, de estrato medio bajo, vive un joven amigo, conocido por ser una persona humilde, servicial e inteligente, fue obligado por circunstancias de la vida a madurar biche debido a la precaria situación económica que tenía su familia en ese tiempo. Sus pensamientos se centraron en trabajar y dejó de lado la bolita uñita, cometas y trompos que tanto le gustaban, al tiempo que abandonó los estudios y se lanzó a la feroz vida laboral, encontrando solo trabas y puertas cerradas, esto provocó que su racionalidad y autocontrol se fueran perdiendo, y cayera poco a poco al abismo de la locura. Esta situación fue manejada por profesionales de la materia como siquiatras y psicólogos llegando al mismo diagnóstico, “este muchacho no nació sino que se hizo debido a que lo mismo que nos da la cordura, si no la nutrimos nos la quita”. “No puedes evitar que los pájaros de la tristeza vuelen sobre ti, pero debes evitar que aniden en tu cabello”. Proverbio chino “Más vale un día alegre con medio pan, que uno triste con un faisán”. Refrán Español