Reseña

En nuestra cultura occidental no se nos prepara para aceptar y reconocer que la muerte es una parte constitutiva e inapelable de la vida. Y aunque la enfermedad, la dependencia o los estragos de la vejez pueden ayudarnos a aceptar la inminencia de la muerte, no deja de ser difícil y penoso vivir la experiencia previa de aceptación de nuestra propia muerte. Acompañar y cuidar de los moribundos o de un familiar en fase terminal no es nada fácil, así como tampoco es fácil definir o delimitar unas pautas o técnicas para hacerlo, no solo por el silencio y las reticencias que genera en nuestra cultura occidental el tema, sino porque la experiencia de la muerte es única e individual, cada persona vive y muere a su manera. Y aunque no es fácil definir unos parámetros objetivables con respecto a la muerte y al cuidado de los moribundos, sí podemos decir sobre el cuidado de un ser querido que se encuentra en fase terminal y es que este requiere del arte y la virtud de “un saber estar”, de un acompañamiento amable, paciente, sensible y generoso. Esta guía tiene como objetivo ayudar a las personas cuidadoras de familiares que entran en un proceso de fase terminal, ya sea por el proceso natural de vejez o como consecuencia del padecimiento y avance de una enfermedad grave, crónica o degenerativa frente a la cual ya no hay posibilidades de recuperación o curación.