Reseña

CONTRAPORTADA: Tal como advierte su autor, las “gramáticas rotas” y “ortografías degolladas” de estas páginas están lejos de emular experiencias campestres y encantadoras. Su intento alocado de dejar que las palabras hablen desde su propio país es un franco acto de rebeldía contra la sociedad del éxito que compramos diariamente al costo de nuestra genuina identidad. El lugar del no lugar de esta singular poesía abre la grieta, esculca la cicatriz, descose la herida. Juega a destejer ilusiones mientras deja al desnudo al fracasado, al frustrado, al perdido, al ebrio, y desvela mundos sin referentes a los ojos del lúcido, del crítico, del lúdico. Revelación y catarsis: una poesía fresca, oscura y auténtica, para llorar de risa, para afirmar y evadir a un tiempo la vida con toda su miseria y su misterio como “aspirina triste que recuerda al olvidar”. “Lo único que producen esas palabras es silencio”, afirma Josef. “Mis pocos lectores, que creen que todo se explica de forma terrenal, quedan mudos al leer mi poesía. Ni bien ni mal. Ni un Rimbaud ni un Dylan Thomas. Ni un mal escritor ni un buen escritor. Nada. Silencio. En mi espacio poético no se propaga el sonido”. A aquel que sostenga este experimento poético en sus manos le invito a internarse en esa vida que “tiende a la lagaña”, un espontáneo universo de “barba y chancletas”, “óleo sobre pienso”, “ojos de tabaco y pulpo”, “tripas y tripas”, “mística mugre”… y a dejarse encantar por la crudeza fóbico-filosófica de esta “magia de quedar mudo y preguntar. Margarita Cepeda Díaz Granados Profesora asociada Departamento de filosofía Universidad de los Andes.