Reseña

Calíope, “la de la bella voz” reaparece en las calles de la puerta de oro para iluminar con su canto recodo de ésta villa donde el sol hecho canción oculta entre poemas su romance con la luna. Sí, Diana Margarita, esta Calíope barranquillera como una ráfaga del viento refresca con su canto este desierto, en donde el calor y la nostalgia se pasean buscando donde parir un verso. Diana, nuestra “Alma Delviento”, nos muestra su pentagrama de ilusiones, recubierto de amor, cual ama y señora que se posa sobre este arpegio de vida que de seguro, dejará impregnado a más de un melómano perdido entre versos y coros de la patria de las calles de oro y el mar de cristal. Su afinidad con el viento es evidente, casi palpable: “fugaz pasas mártir genio hacia el viento”, “si yo fuera el viento, aletearía a mi antojo el destino”, “y sentirme besar al viento”. Así es ella, así son sus poemas, luchadores, transparentes; sostienen una antorcha de odiseas y quebrantos que avivan su tenacidad, su deseo de llegar hasta el punto donde el águila se convierte en canción. Y… como un céfiro, con un hermosos canto y cuerpo de mujer, despertará cada mañana llevando en sus entrañas este ramillete de voces, y cual coro de ruiseñores impregnará de por vida, todo aquel silencio que se resista a morir en el diáfano vientre de un poema. Walter Yépez Del Toro Lic. Lengua Castellana Autor del libro “La Panacea del Centauro”.