Reseña

En el amanecer de los años 60 tuvo lugar en Medellín la más
grande revolución sonora tropical urbana de todos los tiempos en el
devenir artístico colombiano. Un grupo de jóvenes irreverentes osó
interpretar, componer y producir piezas musicales a partir de
híbridos expresivos provenientes de la costa norte que se
mezclaban con pulsos campesinos antioqueños. Así nació el típico
sonido paisa tropical bailable que, tiempo después, fue nombrado
como Chucu-Chucu (onomatopeya obtenida del sonido del idiófono
raspador llamado Güiro). Nacieron grupos como Los Teen Agers,
Los Falcons, Los Golden Boys, Los Black Stars, Los Clevers, que si
bien emulaban, estéticamente, el imaginario británico del rock y el
norteamericano del twist, decidieron intervenir sobre los repertorios
bailables para entonces adoptados en la capital antioqueña, gracias
al asentamiento en ella de las grandes empresas discográficas
colombianas. Luego vinieron Los Hispanos, Los Graduados, Los
Grecos, El Combo de las Estrellas, Afrosound, y la diseminación por
toda Colombia y Latinoamérica, hasta influir sustancialmente en
países como Perú, Ecuador, Venezuela y México. Este fenómeno,
que aún no ha sido motivo de reflexiones académicas, es más que
un movimiento musical: es un dispositivo de valor simbólico desde
el cual puede entenderse un ethos regional y una dimensión
estética específica, ligándolo condiciones contextuales de carácter
geográfico y de época, que le dan valor patrimonial e identitario. Es
por ello que ofrecemos esta investigación desarrollada en el la
Facultad de Artes y Humanidades del ITM en asocio con la
Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín, a la que hemos
titulado Arqueología del Chucu-Chucu: para remarcar que el Chucu-
Chucu es el resultado de las bodas contra-natura del pulso caribe
atado a la Cumbia y las formas rítmicas del ethos rural antioqueño,
consumadas en la ciudad de Medellín en la década de 1960. De tal
suerte, el Chucu-Chucu no tiene fundadores ni orígenes, tal vez
pioneros y raíces; no es un género, sino todo lo contrario, la
negación del género, la hibridación de la especie, una
descategorización de las categorías, tanto nominales como
estructurales. Es una revolución cultural de carácter sensorio-motriz
y sonoro que definió ejes de constitución identitaria para el ethos de
región en Antioquia.