Cantares navideños
Tomo I y Tomo II
Autor: | Vanegas Montoya, fray Rubén Darío |
Colaborador: | Vanegas Montoya, fray Rubén Darío (Compilador) |
La Universidad de San Buenaventura de Cali, cincuenta y ocho años después de haber aparecido el libro CANTARES NAVIDEÑOS coleccionados por Fray Francisco José Bello Flechas, Franciscano, tuvo la brillante idea nacida en la mente de su Rector Fray Álvaro Cepeda van Houten, de publicar una segunda edición aumentada y corregida, y para esto recurrió a los servicios de Fray Rubén Darío Vanegas Montoya, el cual desde hace muchos años ha dispuesto de los medios electrónicos para conservar estos villancicos que tienen como fin principal solemnizar la Navidad y animar las novenas del niño Dios junto a los pesebres que se construyen en nuestra patria. Ha sido este el primordial propósito de todos los autores que pertenecen o han pertenecido a la Primera Orden y a la Fraternidad Franciscana Seglar.
Así describe Fray José Mario Jaramillo Arango en su pequeño y ameno libro sobre san Francisco de Asís cómo fue la primera Navidad: ?Llegaba la Navidad de 1223. Francisco de Asís en compañía de su amigo Juan Velita, quiso hacer algo distinto que mostrara, de manera visible para todos, la grandeza y el amor de aquel que ?siendo rico por nosotros se hizo pobre?. ?Prepárame una gruta con un pesebre donde pondrás un poco de paja. Consigue una mula y un buey y muchas luces y flores para adornar el lugar, y hacia la media noche iremos allá, mis frailes y todo el pueblo, para que con cánticos y plegarias recordemos el nacimiento del Señor?. Greccio, caserío de piedras y paja, fue en aquella Navidad cual otro Belén. Francisco diaconó la Misa y predicó sobre el Divino Infante, y muchas gentes piadosas vieron al momento de la consagración cómo un Niño resplandeciente y hermoso se ponía en sus brazos y él lo arrullaba preso de indecible dicha. A partir de entonces surgió la tradición del pesebre y la Navidad al estilo franciscano: fiesta de sencillez y alegría e inocente regocijo?.
El niño Dios, en cuyo honor van las presentes alabanzas, sabrá recompensar de una manera efectiva la desinteresada colaboración de los que con sus producciones, o en otra forma cualquiera han ayudado a la realización de esta obra.