Reseña

La tierra, más que ningún otro factor, ha determinado los principales problemas de Colombia: la pobreza, el atraso, la violencia, la desigualdad. Aun así, durante décadas no pasó de ser un asunto casi marginal, tratado con medidas inadecuadas o insuficientes. De ahí la trascendencia de la política agraria puesta en marcha recientemente y que, entre 2010 y 2013, orientó el entonces ministro de Agricultura y Desarrollo Rural Juan Camilo Restrepo. Aquí se explica el carácter profundamente renovador de esa política. En primer lugar, el libro ilustra el significado y los progresos de la ley 1448 de 2011 -la Ley de Víctimas- en lo relativo a la restitución de tierras. En segundo lugar, destaca la recuperación de baldíos indebidamente acaparados y la formalización de la propiedad en el campo. En tercer lugar, analiza el nuevo enfoque del plan de desarrollo rural, que no se limita a la dotación de tierras sino a perseguir el uso más adecuado de ellas. Por último, se ocupa de hacer la disección del punto número uno de la agenda de La Habana, denominado "Política de Desarrollo Agrario Integral", el cual suscribieron el Gobierno y las FARC el 26 de mayo de 2013.