Reseña

“Combate es la vida del hombre sobre la tierra” (Job 7,1).
La vida espiritual, contrario a lo que muchos creen, es un camino de combate y sacrificio. No en vano decía nuestro Señor que el reino de los cielos lo alcanzan los valientes (cf. Mt 11,12).
En este mismo orden de ideas, San Pablo nos advertía que “nuestra lucha no va dirigida contra simples seres humanos, sino contra los principados, las potestades, los dominadores de este mundo tenebroso y los espíritus del mal que están en el aire. Por eso, tomad las armas de Dios para que podáis resistir en el día funesto; y manteneos firmes después de haber vencido todo”. (Ef 6,12).
Sí, debemos resistirnos con las armas del señor (cf. Ef 6,10) para llegar a la santidad. Este libro es una maravillosa arma para aquellos que quieren combatir una buena batalla y triunfar. Aquí se tratan temas del combate diario, del esfuerzo cotidiano de aquellos cristianos que no se resignan a la mediocridad de una vida acomodada; la lucha confiada de aquellos que saben que la suerte del combate está en manos de Dios (cf. 1 Sam 17, 47).