Rutas decimales
historia abreviada de la décima en el Caribe colombiano
Autor: | Mercado Machacón, Vicente |
Presento a mis amigos y a quienes tengan la oportunidad de leer y compartir este trabajo, un estudio, una visión hacia la décima, ese género de poesía que heredamos de la cultura española. Esas poesías que brotaron de la exuberante imaginación de grandes literatos de los siglos XV y XVI, y a través de sus publicaciones las dieron a conocer no solo en España sino en otras regiones de habla hispana y en América en tiempos de la colonia por medio de documentos y enseñanzas religiosas a nuestros nativos. Los españoles nos enseñaron a tejer, a hilvanar esas palabras en versos y estrofas empleando una métrica, dándole coherencia, manifestando sus sentimientos y dando a conocer hechos acontecidos a su alrededor; otras veces referenciados. Presento ante ustedes ese ameno talento de los cubanos, primeros en América en ver enraizarse esas poesías, tomando esa nación un gran auge poético- literario, hoy un patrimonio. Poetas cubanos inspiraron su lira para cantarle a su patria durante la revolución socialista. Cantantes y trovadores han enriquecido su folclor tomando ese molde en sus canciones. De igual manera lo han hecho los puertorriqueños. Pero me he centrado en resaltar el talento colombiano, concretamente ese matiz que nos presentan los decimeros de nuestra región Caribe, exponentes de nuestra cultura popular, poniendo de presente la picardía de Rafael Pérez García en sus décimas tituladas Salado para el amor rematando en uno de sus pies decimales Y el que nace pa pipón—ni aunque lo fajen chiquito. La versatilidad de Rafael Pérez López en su obra Cuando canta el decimero narrando algo imposible como: Hace calor en los polos,/ Se torna la noche en día,/ la tierra se menea./ El mar calma sus olas./ Tiembla la montaña, cuando canta el decimero. Alejandro y Efraín Martelo Escobar inspirados en personajes y eventos narrando sus obras costumbristas. Saturnino Hurtado y Paulino Sulvarán con sus curiosidades y narraciones bíblicas. Gabriel Escorcia Gravini recordado poeta soledeño y su obra cumbre de la décima en el Caribe y Colombia; La gran miseria humana. Gabriel Segura Miranda otro soledeño que nos dejó bellas joyas decimales. Y Mery Suescum entre otros destacada exponente de la décima glosada. En fin, un arsenal de decimeros que nos han mostrado y brindado su carisma poético. Por estas razones pongo a disposición de ustedes este trabajo esperando sea de su agrado, y los invito a viajar por las Rutas decimales. Desde niño me ha gustado la poesía. Me aprendía con facilidad versos en cuartetos; cortas poesías que recitaba en reuniones familiares. En el Colegio me escogían para hacer declamaciones, y en representaciones dramáticas me tocó expresar algunos actos en versos. Más tarde me motiva la décima, viendo versear a muchos juglares que manejaban de manera extraordinaria el verso decimal. No es una pasión reciente que me ha motivado hacer este trabajo. A corta edad admiré cantar en décimas a mi tío Gabriel Mercado Coronado, improvisador muy versátil y admirado por su talento. Pienso que heredé de él la poesía. Otros también lo afirman. Me motiva más esta, cuando laboré en Campo de la cruz. Allí presencié un encuentro donde acudieron destacados decimeros, y en una tertulia donde intervine fui aclamado y declarado socio de la Organización del Festival regional de decimeros que aún se realiza en esta población. Esto me obligó trazarme la tarea de investigar el origen de la décima y su proyección en nuestra literatura. Vicente Mercado Machacón el autor.