Reseña

El verdadero amor nunca se acaba. Permitir que Dios entrara en nuestras vidas y en el hogar, fue la clave no solo para recuperar la familia, sino para liberar, sanar, renovar y restaurar la existencia de cada una de las personas que la integran. Así concluye victoriosamente esta historia matizada con las situaciones comunes y dolorosas, que afectan hoy en día a la gran mayoría de hogares. De forma sincera y transparente la autora de este libro comparte una bella, impactante y esperanzadora historia de la vida cotidiana, en la que se pone de manifiesto la grandeza de Dios para quienes se acogen a él con fe y obediencia. "Para Dios, nada es imposible". Lucas 1,37