Reseña

Después del primer café nos trae aromas y bellezas de un país sólo semejante al paraíso bíblico, pero su conflicto interno lo niega y transforma en infernal el entorno paradisíaco. Esas contradicciones alimentan el primer capítulo. Mas la vida continúa y frente a la muerte prematura surge al amor para levantarse victorioso. Hay candidez y pasión en ese romance de Yesenia y Martín que pronto ven plasmado su amor en la sonrisa de Esperanza. Pero como la vida no es únicamente color rosa, viene el desequilibrio mental del padre al que la madre responde con abnegación y comprensión. Sin duda Después del primer café es una invitación, mediante el ejemplo, a vivir el amor conyugal y filial de manera auténtica. Mas Esperanza, la hija nos llevará por los caminos que en estos tiempos no son los preferidos por la juventud. Es más, tal vez para muchos padres e hijas son una locura. Y es que en esta sencilla y significativa novela su autora nos muestra, también, que es muy fácil ir de la cordura a la locura y de la locura al fango. Ese cielo prometido aparece como quimera en lo cotidiano, pero sólo para aquellos que tienen fe en lo trascendente pueden ver cómo la luz que viene de lo alto ilumina estos senderos que nos han llevado a un infierno que, no por temido, deja de presentarse en muchos pueblos donde el Estado no hace presencia y permite que los grupos violentos impongan a los inermes ciudadanos las humillaciones y vejámenes propios de sus luciferinos propósitos. Después del Primer Café, bellas y tristes páginas de amor que le harán recordar lugares inolvidables y temas por los cuales nunca deberíamos dejar de trabajar: el amor y la paz.