Colombia a Salvo
del precipicio minero petrolero
Autor: | Moreno, Oscar |
Un país que vive de deshacerse rápidamente de sus recursos NO renovables y el heredero que gasta de manera apresurada su fortuna, en común tienen, el que ninguno de los dos tiene futuro. Sin una base económica solida no hay sociedad. Ni siquiera pude haber revolución, pues no hay riqueza que repartir. Y en el mundo interdependiente actual, la base económica sólida sólo puede surgir de un gran aparato “productivo” real, y no de una “concesión” extractiva.
Pero ninguna productividad real hacia el mundo, ya sea industrial agraria o de servicios, resiste el ataque contra su competitividad que genera la presión cambiaria, inevitable cuando se da una extracción desaforada de los recursos minero-energéticos. (Enfermedad holandesa) Las protestas en el campo, la desindustrialización y las cifras de “sub empleo” en Colombia, ya son la prueba. Resulta urgente encontrar un producto o servicio que al ser acogido por el gigante mercado global, permita el surgimiento de un aparato productivo capaz de sostener a una sociedad compuesta por 50 millones de colombianos. Tener futuro o no, depende de que encontremos una estrategia de reinserción en los mercados globales, no sólo como compradores, sino como oferentes de valor creado por nuestras gentes.
El café en su momento hizo viable a una Colombia de cerca de diez millones. La manufactura está sacando del hambre a China, un país cuyos habitantes se cuentan por miles de millones. ¿Cuál sería entonces nuestra oferta triunfadora para el mundo global de hoy? ¿Cuál la propuesta competitiva que permitiría un “desarrollo” de verdad, no sólo en cifras y no sólo para unos cuantos?