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ISBN 978-958-46-3757-4

Las Travesuras de Marcelino

Autor:Ramírez Gómez, Ofelia
Editorial:Ramírez Gómez, Ofelia
Materia:808543 - Narración de cuentos
Publicado:2013-12-20
Número de edición:5
Número de páginas:172
Tamaño:17.0x12.0cm.
Precio:$30.000
Encuadernación:Tapa blanda o bolsillo
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

N o avancé mucho en mis estudios, sin embargo, me capacité lo suficiente para escribir y dar a conocer a los amables lectores el torbellino de ideas e inquietudes que se acumulan día a día en mi mente inquieta y sutil. No tengo títulos universitarios, ni escalafones, ni nada que se le parezca, pero si soy una gran ejecutiva: ejecutiva de mis ideas, de mis proyectos, de mis ambiciones. También soy ama de casa, dedicada al cuidado de ésta y de mis hijos, a quienes quiero dejarles el mejor legado: amor a todos mis hermanos, mis compatriotas. Los quiero a todos sin distingo de raza, color o posición social, y quiero para todos lo mejor: salud, bienestar, progreso y prosperidad; pero sobre todo, quiero que haya mucho entendimiento entre todos los colombianos: amor, comprensión, fraternidad, perdón. Sí... tenemos que perdonar a nuestros enemigos a los que nos han ofendido para que Dios nos perdone a nosotros. También quiero dejarles a mis hijos, el legado de la honradez, honorabilidad, y el deseo de salir adelante, venciendo todos los obstáculos y dificultades que se les presenten, pues son muchos los que quieren reprimir y obstaculizar nuestros proyectos.

También quise darles a mis hijos la mejor educación. No la que se da en la escuela, en el colegio, en la universidad. quise darles la educación primordial, la que se les da en el hogar, en la casa, en la familia, pues de esta educación depende que ellos sean muy educados, comprensivos, tolerantes, amables, amistosos y serviciales, dispuestos a ayudar a todos los que nos rodean, haciendo siempre el bien sin mirar a quien.

El don de letras tampoco se aprende en los planteles educativos, en ellos, se complementa, se pule, se ayuda a su desarrollo. El don de letras viene de arriba, es un don de Dios que vierte en nuestras mentes todo este cúmulo de ideas maravillosas; como el agua de los manantiales que corre abundante, pura, clara, cristalina, inagotable; y, creo que querer reprimir nuestras ideas, nuestras inquietudes, nuestros pensamientos, nuestros sueños, será como querer impedir que el agua de los manantiales, corra alegre, fresca, bulliciosa, por las peñas, prados y jardines.

En cuanto al contenido de esta obra, espero sea del agrado de todos los amables lectores, también los términos con que se identifica las travesuras de Marcelino, un niño, que a pesar de su gran fogosidad, fue siempre un niño ejemplar y, ni en su mente, ni en su corazón tuvo cabida el odio, el rencor, la venganza, la maldad, ni la ambición, y quiero que sea un ejemplo para la niñez, para la juventud, y por qué no, para las personas mayores; pues, si todos tenemos sentimientos nobles y los sacamos a relucir, el mundo daría un vuelco total, un cambio fundamental; y para que el mundo cambie, tenemos que cultivar en los niños los sentimientos nobles, puros, tiernos, afectuosos, no sólo hacia los familiares, amigos y allegados, sino, hacia todas las personas que nos rodean. También debemos enseñarles a respetar y proteger la fauna y la flora, la vida de los animales, pues también los animales merecen un buen trato y que nos esmeremos por su supervivencia. Tratemos de educar muy bien a nuestros niños; no los llevemos a películas de violencia, ni les permitamos que las vean en la casa; tampoco les permitamos ver películas muy apasionadas, esto los perjudica demasiado. Y, si queremos rescatar valores, empecemos por procurar que nuestra niñez se eduque sanamente, pues, los niños serán los hombres y mujeres del mañana, cuidemos de ellos como se cuida el tesoro más preciado y procuremos que su cuerpo y su mente se desarrollen siempre muy sanos,...es, nuestro deber y mi consigna.

También quiero hacer un llamado muy especial a los padres y educadores, para que tengan mucho cuidado al dar la educación sexual a sus hijos o educandos, para que esta educación se dosifique de acuerdo a la edad de los niños, adolescentes o personas mayores, pues, así como la droga o los medicinas se dosifican de acuerdo a las edades para que no sean nocivos y en vez de servir perjudiquen, así esta educación debe ser muy medida y dosificada de acuerdo a las edades, con mucho talento, diplomacia y respeto, pues me doy cuenta que debido a tanto destape y libertad o,…libertinaje que hay en esta época, hay un desenfreno sexual en la juventud exagerado y, de esto, somos responsables las personas mayores, los educadores, los orientadores en este campo, también los medios de comunicación. ¡Por esto, mucho cuidado padres de familia y educadores, pues tenemos una responsabilidad muy grande ante Dios y ante la sociedad!!.

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