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ISBN 978-958-8718-33-0

La objetividad y la subjetividad en la investigación social y humana

Autor:Ortiz Ocaña, Alexander Luis
Editorial:Casa Editorial Antillas Ltda.
Materia:121 - Epistemología (Teoría del conocimiento)
Clasificación Thema::QDTK - Filosofía: epistemología y teoría del conocimiento
Público objetivo:General / adultos
Publicado:2013-11-27
Número de edición:1
Número de páginas:110
Tamaño:21x14cm.
Precio:$30.000
Encuadernación:Tapa blanda o bolsillo
Soporte:Impreso
Idioma:Español / Castellano

Reseña

Desde la fundación de la física por Galileo, Descartes y Newton, ha predominado en las ciencias naturales la idea de lo simple y determinado, la búsqueda de un universo básico, elemental y estable ante nuestros ojos. Las ideas científicas contemporáneas han venido evolucionando, sin embargo se evidencia un progresivo deterioro de las posiciones epistemológicas. Esta afligida realidad ha sido develada por diversos eminentes científicos del siglo XX. Sin embargo, hasta hoy, a pesar de ser conscientes de la urgencia, son insuficientes las propuestas de alternativas epistemológicas para las ciencias humanas y sociales y, por otro lado, las existentes no agotan este tema en su debate inmanente. El origen de este libro tiene sus raíces en el año 2004, en el inicio y desarrollo de una línea de investigación sobre el desarrollo humano integral. En la medida que me veía obligado a asumir decisiones metodológicas que no armonizaban con los marcos tolerables en el hegemónico paradigma positivista, buscaba una definición que me admitiera en las diferentes alternativas epistemológicas explícitamente definidas por algunas de las posiciones teóricas más relevantes de las ciencias humanas y sociales. Sin embargo, descubrí que en las posiciones que asumía, de manera general procedentes de la etnografía, la fenomenología, la hermenéutica y la teoría fundada, los autores soslayaban el sentido y significado epistemológico de muchos de sus planteamientos concretos en las ciencias humanas y sociales. En efecto, todo ser humano en su devenir histórico y social busca la armonía, la coherencia y la satisfacción intelectual, a partir de sus necesidades científicas, del imperativo de buscar y creer en una verdad y tener conocimientos científicos, sólidos, firmes y confiables, lo cual debe ser el resultado de una acción epistemológica fuerte y profunda, basada en una sólida fundamentación epistémica de la ciencia, que es el espectro donde tienen significado y sentido toda teoría o método de investigación. La temporalidad es un factor importante para comprender los sistemas vivos, psíquicos y sociales. La historia es un ineludible mecanismo para el estudio de la actividad humana, ya sea a nivel del sujeto individual o a nivel de la sociedad en general. Sus procesos sólo pueden entenderse en términos de evoluciones temporales. En efecto, en los albores del tercer milenio observamos tendencias científicas muy bien marcadas encaminadas a la configuración de invariantes procesales de los eventos y a considerar al ser humano, investigador-observador, como el centro de todo proceso de investigación. De esta manera se refrenda la posición de Protágoras cuando, en el siglo V A.C., decía que el hombre es la medida de todas las cosas. De ahí que, al revisar la obra de estos científicos es imposible no coincidir en que esas visiones de la naturaleza, centradas en el papel significativo del observador en el campo de la percepción de los fenómenos naturales, se emparentaban en forma congruente con miradas que habían sido legadas por las ancestrales tradiciones espirituales. Aún existe y prolifera el problema del peso paradigmático que tienen las ciencias naturales. Seguimos con ese problema y andamos buscando a nuestro Copérnico, a nuestro Newton, a nuestro Einstein (Zemelman, 2009). Los avances de la ciencia en el siglo XX de una u otra manera son aplicaciones de la teoría general de la relatividad de Einstein formulada en 1905. Muchos de los presupuestos epistemológicos de las ciencias fácticas, específicamente de la física, fueron extrapolados a las ciencias sociales y se aplicaron de manera acrítica y descontextualizada al estudio de los procesos socio-humanos. Es por ello que hoy es preciso reconsiderar estas posturas. La epistemología actual revela que en la ciencia tradicional aún persisten muchas actitudes y procedimientos investigativos que configuran creencias o hábitos de pensamiento, muy difíciles de desprenderse de la mente humana. Los procesos mentales cotidianos que mecanizan la vida y anulan el pensamiento crítico, creativo y reflexivo, contradicen los hallazgos de los estudios científicos más avanzados de los últimos 40 ó 50 años. Esta es la dramática realidad de las ciencias sociales y hay que asumirla, pero quienes quieran configurar el conocimiento científico con plena garantía y seguridad, entonces deben buscarlo en las relaciones subjetivas, en la intersubjetividad humana, en la autorreflexividad, y ahí van a encontrar la objetividad, ahí van a encontrar la verdad científica, en la transconciencia, en el espacio psíquico relacional que caracteriza a los seres humanos. Sin embargo, las actuales orientaciones socio-humanas alternativas no rebasan el plano teórico, es por ello que en este libro hago una exhortación a alejarnos de una vez y por todas del positivismo y el empirismo, pero no sólo desde la aplicación de métodos y técnicas cualitativas, sino desde el análisis ontológico del objeto de estudio socio-humano y la argumentación epistemológica del sujeto de investigación, en correspondencia con el análisis óntico. En este libro se presenta un criterio de clasificación de la investigación socio-humana y se esboza la ontología de la investigación en las ciencias humanas y sociales, estableciendo una dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo en la actividad científica socio-humana, identificando objetividades y subjetividades significativas: objetividad objetiva, objetividad subjetiva, subjetividad subjetiva y subjetividad objetiva. Es preciso aclarar que este libro no pretende ser una conclusión ni hacer un planteamiento definitivo, sino más bien una introducción en la cual se aportan los resultados de un programa de investigación epistemológica y metodológica. No se concentra tanto en resolver problemas científicos sino que trata de plantearlos partiendo de un análisis de los debates actuales sobre el proceso de la investigación científica y de los descubrimientos recientes de la epistemología y la metodología.

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