Reseña

Considero que hay un motivo para todo. Posiblemente en el momento en que se crea un hecho, no contamos con la instrucción psicológica ni la premonición necesaria para entender las razones, pero con tiempo y paciencia a flote se podrá ver la luz del mundo.

Fue en una mañana despejada y cálida cuando el rey sol hacía su entrada por las amplias y sombreadas calles de la ciudad de Cúcuta, mientras observaba por la ventana, sentado en la silla del escritorio de mi biblioteca la juguetona brisa acariciando mis cabellos lacios y desteñidos por los años.

Creí oír una voz dulce, unos cánticos armoniosos y ver unas atrayentes figuras pero muy lejanas, en las que posiblemente de algún modo provenían de otro mundo… Pensé, veleidades de la brisa en este fantástico e irremediable sueño que extraviado por las estepas de mi pensamiento volaba a velocidad máxima contemplando inmensas montañas, caudalosos ríos, atractiva e interesante flora y fauna que jamás mi vista hubiese visto.
Allí mismo y en el instante, sobre una hoja de papel en blanco empecé a pergeñar unas líneas que poco a poco fue tomando vida un cuento que da origen a este libro, e inmediatamente entendí que esa voz y esas figuras me llevaban a desarrollar otros de los que completan esta obra.
Me inquietaba por aquellos días, la idea de escribir un libro de cuentos de los cuales, unos hicieran parte de la región y otros de diferentes temas fuera de ella, así fue que la “Cabaretera”, se refiere a ese trajinar en los años 50 cuando todavía existía la pujanza del oro negro en las selvas vírgenes del Catatumbo, los gringos y trabajadores colombianos disfrutaban de esas bondades de la tierra del oro como también obtenían el comercio del sexo. El ferrocarril salía de Cúcuta hasta Encontrados Venezuela y un tren especial recogía cada quince días los trabajadores de la Compañía petrolera desde Puerto León a la ciudad de Cúcuta donde venían a dejar el producto del sudorde su frente en las cantinas de La Magdalena. El tiempo me llevó a trabajar otros motivos después, con otras imágenes con diferentes circunstancias. El inventor o creador de la obra, cree ser el único que determina, pero lo real, las verdaderas determinaciones son derivadas de alguien o algo en secreto. El leyente indicará la calidad de trabajo, si está ajustada a sus exigencias o por el contrario juzgará la clase de obra a su parecer. Este libro es uno más de mi pequeña contribución a la narrativa regional, me llevó varios años poder enhilar uno a uno los temas que en él encontrarán, que aún cuando en mi sencillez, mis deseos son los de aportar algo útil a la región y siempre he querido tratar de hacer lo mejor en cada tema de historia, narrativa y poesía.