Reseña

En Colombia, la responsabilidad en la formación de niños, adolescentes y jóvenes se encuentra en manos de instituciones educativas que en su quehacer afrontan complejos problemas que trascienden el terreno de lo académico y que convocan al diálogo entre diversas disciplinas. La Psicología como disciplina y como profesión, tiene el compromiso de desarrollar procesos que aporten al análisis de tales problemas y que contribuyan a la atención de las necesidades de las comunidades educativas de manera interdisciplinaria. Para alcanzar este propósito se requiere del análisis crítico de las políticas públicas que buscan responder a las necesidades sociales estableciendo lineamientos para el desarrollo de múltiples procesos en el marco de la legitimidad del Estado. Las políticas públicas son entendidas como el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno, fundamentado en la opinión, la participación y la corresponsabilidad ciudadana, para solucionar los problemas que valora como prioritarios en un momento específico. Lo cual implica diseñar, evaluar e implementar programas de acción, -coherentes con objetivos específicos-, que constituyen la realización concreta de decisiones con las cuales se busca resolver el problema colectivo identificado como prioritario.
En este sentido, es necesario socializar conocimientos, opiniones y experiencias a partir del ejercicio profesional e investigativo en contextos educativos locales, regionales, nacionales e internacionales, relacionados con políticas públicas en educación, de tal manera que se genere el debate y la discusión sobre el posicionamiento de la Psicología educativa en procesos de transformación educativa y social. De igual manera, es necesario crear y fortalecer redes de apoyo en torno a los retos que la Psicología educativa asume actualmente en un país cambiante, desbordado por diferentes formas de violencia, con una profunda crisis de los valores y de las instituciones y que tiene desafíos ante los cuales no puede estar al margen.