Veo mujeres desnudas en la iglesia
Autor: | Manrique Foccacio, Ramón |
Cuando Giovanna entro a la capilla de la prisión, el padre amado estaba prendiendo el primer cirio. Como si el tiempo se hubiera detenido en su alma, el buen cura se quedó mirándola, mientras la luz del cirio le bañaba la mano, el brazo en alto, y el rostro enrojecido por la emoción. "¿María Magdalena?", pensó. Y asi estuvo un buen rato, con el corazón en vilo y la boca abierta, hasta que un monaguillo se acercó corriendo y le dijo al oído: -Padre: ¡se le está quemando la sotana! "...A la manera de nuestros escritores Álvaro Salom Becerra y Juan José Saavedra recuerda a Gabo por lo que tiene de ficción" FERNANDO SÁNCHEZ TORRES