Reseña

…Pero de todos los torneos realizados en el campus el más popular fue “La Copa La Amista” de Diseño Gráfico, cuya vitrina era la antigua cancha de filosofía, actual plaza “Octubre Rojo”. En este escenario tenían lugar los mejores partidos del campeonato, además de los juegos definitivos de “La Copa Libertadores”, que jugaban los campeones de las pasadas “Copas Amistá”; “La Supercopa”, que jugaban los ganadores de las “Copas Libertadores”; “el juego de Las Estrellas”, que jugaban los mejores jugadores del torneo en cada semestre. Y todo lo anterior, pero en versión femenina. De los equipos famosos recuerdo a “La Naranja Mecánica” de Economía, a “Junior tu papá” de Derecho, a “Asesinos por Naturaleza” de Artes, y a “Su Madre” de Diseño Gráfico. Pero de todos los equipos que observé en esa canchita, el que más recuerdo con cariño fue un equipo de Cine y Televisión que se llamaba “Condoricosas”, era un equipo malísimo que se uniformaba con camisetas chinas amarilas y cuya principal atracción consistía en su imbatible buen humor y en la celebración de sus escasos goles: se reunían en corrillo en la mitad de la cancha y se dejaban caer hacia atrás diciendo: ¡Plop!

Pero si éstos eran más buenos que una avena tibia a las siete de la mañana, la contraparte era más peligrosa que un chocolate a medio hervir a las nueve de la noche. A cada partido llegaban más de veinte costeños enarbolando la bandera del Junior de Baranquilla y abanicando el aire con bates de béisbol. Recuerdo que en una final contra “Naranja Mécanica” hubo “home-run” en la primera entrada con inmovilización de cuello incluida y participación de la ambulancia.

Decía Valdano que un partido de fútbol equivale a dos semestres de universidad. Yo a ese respecto digo que no es para tanto, pero en cambio confieso, que mis mejores recuerdos están ligados a una canchita.

Tomado de UNconTexto, Bogotá D.C., número 4, 2003. “Nuestras nostalgias en la pelota” Wilson Gutiérrez.