Reseña

En nuestra diócesis, en Colombia, en el continente Latinoamericano, la vivencia de la fe cristiana en muchos casos no corresponde al querer de Dios. Así lo denunciaron nuestros obispos reunidos en Aparecida y plantearon este reto a la Iglesia: "O educamos en la fe, poniendo realmente en contacto con Jesucristo e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos nuestra misión evangelizadora" (DA 287). Pero también señalaron el camino de la Iniciación Cristiana como experiencia e itinerario que todas las Iglesias particulares deben adoptar para cambiar esta realidad "la Iniciación Cristiana es la manera práctica de poner en contacto con Jesucristo e iniciar en el discipulado" (DA 288). Siguiendo las orientaciones de Aparecida Nuestra Diócesis de Zipaquirá, en su Plan de Renovación (PRP), ha hecho una opción decidida por la Iniciación Cristiana como el camino adecuado para formar discípulos de Jesús y de la Iglesia. La Delegación episcopal de catequesis pone a disposición de los catequistas y agentes de pastoral estos itinerarios de Iniciación Cristiana para niños y jóvenes de cuatro a dieciocho años: Itinerario 1. JESÚS NUESTRO AMIGO (4 a 6 años aproximadamente) Itinerario 2. DIOS NOS AMA (7 a 9 años aproximadamente) Sugerimos para estos itinerarios aprovechar los jardines infantiles; los niños que han participado en el MONAÍN o la misión parroquial familiar; los que asisten a la Santa Misa los domingos con los adultos, tomarlos aparte de los niños más grandecitos. También caben aquí los monaguillos más pequeños y los que acaban de participar en la Pascua infantil. Itinerario 3. DISCÍPULOS MISIONEROS EN COMUNIÓN CON CRISTO: primera Eucaristía y Confesión (10 a 11 años aproximadamente). Si han realizado al menos uno de los dos itinerarios anteriores, esta preparación inmediata para celebrar su primera Eucaristía y Confesión, será una experiencia dichosa y dará muchos frutos. Itinerario 4. SOMOS FELICES EN LA IGLESIA DE JESÚS (12 a 13 años aproximadamente). 8 Sugerimos para este itinerario aprovechar los niños que queden bien motivados en su amor a Jesús Eucaristía y a la Iglesia, después de haber celebrado este Sacramento. También caben aquí los grupos prejuveniles y los monaguillos más grandecitos, como también los que han participado en la Pascua infantil. Itinerario 5. CONSAGRADOS PARA SER TESTIGOS: Sacramento de la Confirmación (14 a 15 años aproximadamente). Si han realizado el itinerario anterior, esta preparación inmediata para celebrar su Confirmación, será una experiencia en verdad muy gozosa y dará muchos frutos en bien de la Parroquia. Itinerario 6. DIOS CAMINA CON NOSOTROS (15 a 16 años aproximadamente) Sugerimos para este itinerario aprovechar los jovencitos que queden bien motivados en su amor a Jesús y a la Iglesia, después de haber recibo el Espíritu Santo. También es propicio para aquellos que se motivan a partir de la Pascua Juvenil. Itinerario 7. DISCÍPULOS MISIONEROS DE JESUCRISTO (17 a 18 años aproximadamente). Varios son los ambientes que se pueden aprovechar con este itinerario. En primer lugar quienes hayan celebrado el Sacramento de la Confirmación con el itinerario propuesto aquí. También con grupos vocacionales y jóvenes en general inquietos por el seguimiento de Jesús como su guía maestro. Nos dice el DGC que "la catequesis según las diferentes edades es una exigencia esencial para la comunidad cristiana. Por una parte, en efecto, la fe está presente en el desarrollo de la persona; por otra, cada etapa de la vida está expuesta al desafío de la descristianización y, sobre todo, debe construirse con las tareas siempre nuevas de la vocación cristiana" (DGC 171). Para que estos itinerarios por edades sean realmente útiles y produzcan fruto duradero, hemos de asumirlos, orando ante el Santísimo y siendo dóciles a la acción del Espíritu Santo, así podremos guiar y acompañar a quienes buscan al Salvador del mundo hasta su encuentro personal con Él. Colocamos este nuevo esfuerzo en el regazo de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Asunción, confiados en su compañía e intercesión para que nuestro trabajo catequístico lo hagamos siempre dentro de la vivencia comunitaria, con entrega total, alegre, comprometida, y constante que suscite, fundamente y alimente la conversión de quienes acompañamos su desarrollo, haciéndolos auténticos discípulos de su Divino Hijo.