Reseña

Siendo una experiencia incipiente la estrategia de Zonas de Orientación Escolar (ZOE), es necesario documentar su desarrollo de manera que permita a las nuevas Instituciones Educativas que se van articulando al proceso, contar con suficiente información para su propio ejercicio de generar la ZOE.

La Secretaría de Salud Pública Municipal de Cali, que articula el programa ZOE al desarrollo del Plan de Salud Mental, viene intentando consolidar la propuesta en seis Instituciones Educativas que se integran con la experiencia pionera en Cali. Ha sido un compromiso de la Alcaldía de Cali buscar respuestas frente a las problemáticas del consumo de sustancias psicoactivas y otras situaciones asociadas de manera conjunta con todos los actores del territorio que se encuentran involucrados y que al hacer parte del problema también hacen parte de la solución.

El sector escolar, como parte de ese gran grupo de actores involucrados, históricamente ha desarrollado acciones preventivas al interior de la comunidad escolar, que han sido importantes y han generado diversidad de metodologías para su abordaje. Actualmente, con el apoyo del Ministerio de Salud y Protección Social y enmarcados en la Política Nacional de Reducción del Consumo de SPA y su Impacto y en el Modelo de Zonas de Orientación Escolar, la propuesta integra el trabajo preventivo con un trabajo desde el eje de mitigación, es decir, desde el propósito de dar respuestas adecuadas a aquellas personas que, por diversidad de circunstancias, se encuentran afectadas directa o indirectamente por el consumo de SPA o están más predispuestas a hacerlo.

El presente documento busca dar cuenta del proceso de generación del dispositivo inicial de las ZOE, es decir, la dinámica de acercamiento a los actores de las Instituciones Educativas, desde el Rector o Rectora y todo el equipo directivo, hasta los docentes, estudiantes y familias. Proceso que implica una serie de acciones de sensibilización, formación, negociación y movilización de los diversos actores implicados, de manera que se comprenda el sentido de la propuesta en términos de la inclusión social y la construcción de respuestas fundamentadas desde una perspectiva de sujetos de derechos.

El camino sugerido, exige que el equipo que propicia la propuesta en cada territorio escolar, promueva la identificación de las problemáticas más sentidas por cada uno de los actores sociales participantes de la vida comunitaria, de forma que se parta de sus realidades y contextos, fortaleciendo su disposición a buscar conjuntamente soluciones y participar en su desarrollo. Desde las nuevas experiencias, ha significado el encuentro entre docentes y estudiantes, entre estudiantes y estudiantes, entre familias y entornos comunitarios; entre otros. Hay allí una diversidad de miradas, de situaciones problemáticas más sentidas y de respuestas construidas desde sus propios actores, que van desenredándose colectivamente y que van potenciando el empoderamiento de sus líderes y de los grupos de interés frente a la transformación de su realidad, si se quiere, si se decide y si se dan los pasos hacia el cambio. Además todo este proceso contribuye a construir redes de confianza, que contribuyen a orientar situaciones individuales con comprensión y con disposición a ayudar a la persona, sin estar centrados en la “imagen” institucional, que en ocasiones tiende a prevalecer en las acciones de las comunidades escolares. Sin duda alguna que requiere una gran disposición a abrirse, a quererlo hacer de otra manera y a asumir retos personales y colectivos por parte de quienes deciden participar en la minoría activa y por parte de las directivas, que avalan la propuesta. Todo este nuevo escenario, pasa por un proceso de formación, lúdica, cultural, conceptual, práctica, que vaya desestructurando los miedos que produce el cambio y que vaya abriendo los canales de la escucha individual y comunitaria.

Además de todos los aspectos señalados antes, de los que el documento da cuenta de manera rigurosa, se presenta también el valor que ha tenido para la propuesta ZOE, la inclusión de jóvenes que han egresado de las experiencias anteriores y que se articulan al equipo de trabajo de campo como operadores pares. Esta inclusión de los jóvenes al interior del equipo, ha permitido generar mayores lazos de confianza con los jóvenes de las comunidades educativas y que a su vez ellos los vean como referentes, como modelos a imitar, en su trabajo de liderazgo al interior del territorio escolar y en sus acciones futuras. Los operadores pares, apuesta que requiere ir más lejos en los años siguientes, es una oportunidad que se les puede brindar a los jóvenes de sectores vulnerables, para que se formen como agentes de prevención y de mitigación, tarea que pueden asumir al interior de las comunidades escolares o en los entornos comunitarios, que a su vez contribuya a construir respuestas desde la institucionalidad pública y privada, en materia educativa, cultural, de servicios, entre otros. Esperamos que este sea un comienzo que gane más complejidad a partir del compromiso de todos los actores participantes de la propuesta ZOE.

Finalmente, el documento presenta una serie de recomendaciones que le sirven a las actuales experiencias y a las nuevas que están articulándose en otros territorios de Colombia. La suma de esta serie de experiencias va mostrando derroteros nuevos en esta construcción de la prevención, la mitigación y el tratamiento, acciones en los que la comunidad, como en las antiguas tribus, puede involucrarse y ganar un rol de mayor liderazgo para la sanación de las personas y de las relaciones humanas en su territorio y en los sistemas con los que se haya interconectada.

La invitación es a continuar tejiendo esta historia, a generar confianza frente a un nuevo proceso, que como todo lo que comienza, genera incertidumbre, temor, incomprensión. Sin embargo la historia ha demostrado que este tipo de aperturas siempre conduce al ser humano a posibilidades y oportunidades transformadoras, a favor de una mayor armonía entre los grupos y un despertar de nuevas fuerzas relacionales que demuestran que el sentido del ser con otros se valoriza cuando reconozco que es en la capacidad de ofrecer y del reencuentro donde crece el mejor espíritu humano.

MARITZA ISAZA GOMEZ
Responsable Grupo de Epidemiología y Salud Pública