Reseña

Este libro invita a un descenso en el interior del cine y el extraño mausoleo presente en sus crípticos relatos. En gran medida asume que las películas son una suerte de catatumbas que deben ser profanadas por una mirada no esperada, por la intrusión de un ojo perverso; por eso, la interpretación de un amplio conjunto de películas, propias del cine de autor global, no se satisface con la postura de la crítica oficial, sino que, en otra vía, encuentra lo inesperado, las marcas invisibles, la ‘parte maldita’ que obsesionó a Bataille, en el cementerio de imágenes del séptimo arte. La inmersión en el subsuelo permite recorrer parte del inframundo de directores que provienen de todas las geo-grafías posibles. Por ello el saqueo permite pisar tanto las tierras de Hollywood, los restos de los grandes maestros europeos, la virulencia del cine asiático, como las resistencias del cine latinoamericano. Cada película se convierte en una cripta que reclama ser transgredida y, al mismo tiempo, tributada con las reliquias expuestas a la luz de una mirada profana.