Reseña

Es difícil poder establecer una relación directa entre color y forma. Es probable que toda forma se pueda revestir de cualquier color, siendo lo más importante la asignación de valor que cualquier destinatario quiera dar. En 1923, Kandinsky intentó generar estas equivalencias entre forma y color, asignado a las tres figuras básicas resultantes del punto y la línea: triángulo, círculo y cuadrado, un color. El resultado fue de la siguiente manera: triángulo-amarillo, cuadrado-rojo y círculo-azul.

Partiendo de esto, quiero contarles una historia. Una historia de niños que viven y sienten, unos niños en medio de un contexto, tal vez el contexto de la posmodernidad o para este caso, la posmoderniñez. Una historia llena de historias. Siguiendo a Kandinsky, cada personaje ha sido realizado desde las formas básicas, Josefina-triángulo, Franz-cuadrado y Migue-círculo y su personalidad es la que se ajusta a la forma, mientras el color lo coloca usted mi querido lector, ya que espero se enamore de la historia y sus miles de historias tal como lo he hecho yo al crearla. Puede presentarse como algo subjetivo, lo se, pero lo invito yo a que usted le vierta el valor a esta historia. Es un riesgo que sabré correr.