Reseña

Colorear un mándala deteniéndose sobre cada esperanza de vida ayuda a focalizar la conciencia del propio ser. Aunque requiere de tiempo y paciencia, lo extraordinario reside en el hecho de que al hacerlo las personas desarrollan una comunicación directa con su parte sana y logran eludir la voluntad autodestructiva de una enfermedad como el cáncer. Así, se presenta como un instrumento que persigue curar, no la enfermedad, sino a la persona enferma. Este libro es el testimonio de una experiencia llevada a cabo por la autora en el hospital día de la División de Oncología de la Clínica Grazia di Maria di Avola, con las personas en tratamiento antineoplásico y con aquellas que se encontraban en casa porque la enfermedad ya resultaba incurable. Allí, Daniela Respini ha experimentado una técnica innovadora, que incluye en sí procesos de introspección y de rehabilitación.