Ciudadanías y Participación en la Infancia Reflexiones Conceptuales
Autores: | Olarte Triana, Javier Montealegre Espinosa, Luisa Fernanda Bojacá Santiago, Patricia |
Colaborador: | Castañeda Bernal, Elsa (Director de la Colección) |
En el marco del Convenio Impulso a la Política por la Calidad de Vida de Niños, Niñas y Adolescentes adelantado entre febrero de 2010 y mayo de 2011, la Secretaría Distrital de Integración Social, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura –OEI–, la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia –Unicef– y la Corporación Somos Más han aunado recursos técnicos, administrativos y financieros para aportar al direccionamiento, implementación, seguimiento y monitoreo de la política pública distrital para la infancia y la adolescencia, así como para fortalecer la participación infantil en la ciudad como mecanismo de incidencia en las decisiones políticas que los afectan directamente.
Para hacer realidad el planteamiento anterior, el equipo de la OEI reflexionó conceptualmente sobre las prácticas realizadas cotidianamente con niños, niñas, adolescentes y adultos en los diferentes procesos adelantados para desarrollar los componentes de movilización, comunicaciones y participación infantil del Convenio en mención. A partir de allí, se propone esta publicación, la cual busca inspirar a quienes dibujan escenarios para la construcción de ciudadanías y para el ejercicio del derecho a la participación de niños, niñas y adolescentes.
Entre los fundamentos esenciales para esta inspiración se encuentra el reconocimiento de las ciudadanías múltiples y diversas de los niños, niñas y adolescentes que habitan en la ciudad de Bogotá, junto con su constitución como sujetos de derechos y actores sociales capaces de interlocutar y producir cambios en su entorno.
Desde esta perspectiva, la participación de la infancia y la adolescencia asume como ejes centrales la consideración de ciudadano como el sujeto que tiene derechos y deberes políticos y en consecuencia responsabilidad sobre la gobernabilidad de una ciudad, de una nación, de un Estado y el conocimiento por parte de los niños y las niñas sobre las implicaciones que tendrán sus acciones al ser tomadas en cuenta como referencia para la solución de problemas comunes. En este sentido, la participación es en esencia una acción política, en la cual el diálogo y la deliberación generan actos concertados por parte de niños, niñas, adolescentes y adultos frente a situaciones identificadas en conjunto.
Por ende, la participación y el reconocimiento de las ciudadanías infantiles emergentes sobrepasan la mirada desde la cual los niños y las niñas son receptores pasivos de su realidad, para ubicarlos como agentes que pueden tomar la iniciativa y poner en movimiento el mundo desde su capacidad de agencia. Así, la participación infantil en el ámbito de lo público “puede ser el escenario para la refundación de ciudadanías emergentes, para la potenciación de nuevas subjetividades de transformación radicadas en los procesos de construcción de comunalidad, en la búsqueda de la reconstitución de relaciones profundamente democráticas, así como en la exploración de nuevas formas de productividad social que hagan posible el ejercicio de las libertades humanas y afirmen la vida”1.
Este planteamiento implica mayores retos para los adultos que para los propios niños y niñas, en la medida que requiere pasar del reconocimiento como sujetos de derechos desde el discurso a la acción, en la que se promueva la confianza, la interacción y el diálogo en condiciones equitativas, y en la cual se respeten, entre otras, las particularidades demarcadas por el ciclo vital: primera infancia, infancia y adolescencia.
Como se expresa en los diferentes artículos que componen este documento, el posicionamiento de la infancia y la adolescencia en el espacio público y en lo público determinó buena parte de las propuestas desarrolladas en el Convenio. Ello con el fin de escuchar las voces de niños, niñas y adolescentes, sus lenguajes y manifestaciones, en las decisiones sobre lo común y sobre sus propios intereses, que llevaran a generar procesos de inclusión desde la mirada concertada entre ellos y los adultos.
Cabe resaltar el papel del arte y la comunicación durante todo el proceso, como ejes movilizadores de las formas de expresión e interacción de los niños y las niñas. Las narrativas a través de las imágenes, la pintura, la gráfica, el dibujo, el sonido y la fotografía los acompañaron a ellos y ellas y a los adultos implicados en esta tarea de visibilizar las infancias.
En tal sentido, tanto el título de la publicación: Ciudadanías y participación en la infancia: reflexiones conceptuales, como los tres artículos que la componen: (i) ciudadanías emergentes y participación infantil, (ii) modos de ver: la ciudad para los niños y las niñas y (iii) acuerdos ciudadanos: movilización social de la política por la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes, son un intento conceptual, derivado de la práctica en la constitución y puesta en marcha de los consejos de niños y niñas en las veinte localidades de la ciudad así como en la búsqueda de lenguajes y narrativas propias de la infancia y de acuerdos ciudadanos que den asidero a la participación infantil.
Los invitamos a seguir conceptualizando sobre la esencia del trabajo en participación con infancia y adolescencia y sus implicaciones para hacer de Bogotá la ciudad de los niños y las niñas.