Reseña

Salomón Vershelt nos impresiona con los diálogos filosóficos que versifica espléndidamente, como si estuviéramos frente a Platón cuando se daba trazas para plasmar en el papel las pataletas de los sofistas ante la mayéutica de Sócrates. Otros diálogos, en los que la personificación tiende a ser una transustanciación de las pasiones, virtudes o defectos, nos muestran de forma diáfana la sapiencia con la que el autor supo afrontar los temas que plantea, de la misma manera en que nos divierte con los relatos y las moralejas que semejan las fábulas clásicas en las que la concepción etiológica prevalece.