Reseña

El modo liberal inventó la abstracción de la totalidad sin sujeto, sin tiempo, ni espacio, sin contexto, lo que ha permitido homogenizar para representar pero a la vez excluir. La idea de libertad liberal ha contribuido a repensarnos como seres humanos, pero resulta incompleta cuando surgen nuevos movimientos y derechos especialmente vinculados a los sectores excluidos no representados en el todos común de la libertad y acuden a la dignidad como garantía de inclusión. La dignidad procedente del sentimiento individual de no tener precio anunciado por Kant, encuentra elementos adicionales que completan al ser humano. La Dignidad constituye el eje de gravitación de los derechos humanos que dan sentido a una teoría crítica, que busca superar el ideal de individuo diluido en la ciudad y abrir paso al individuo concreto sujeto de necesidades, que convierte a los derechos en su símbolo de emancipación y de humanización. Las guerras han colocado en cuestión la existencia misma del ser humano racional y libre al obligarlo a luchar por la nación, por la raza, por la pureza, a participar como instrumento en gestas criminales propiciadas por un poder cínico que organiza la destrucción sistemática a la vez que profundiza la retórica de la libertad y democracia para justificar sus acciones degradantes. Para el modo crítico de los derechos humanos el propósito común está constituido por es el respeto a vida, abogando porque sea vivida con garantías por el sujeto contextualizado en un tiempo y un lugar concreto, de diversidades, de pluralidades y de diferencias. Este es un texto que propone elementos teóricos para una construcción epistemológica, ética y política de los derechos humanos, que permita reubicarlos en la cultura, como instrumentos esenciales para construir un mundo de nuevo humanismo.