Reseña

La poesía de Ana Milena Puerta es un intenso y rítmico llamado a la comunicación en ocasiones, una apasionada respuesta-, desde la sensibilidad femenina, y desde la sensibilidad masculina; sus versos son sensuales, de una sensualidad etérea, ígnea, líquida y terrena; su poesía no admite límites, los desconoce, los deshace, los trasciende, los olvida, y en su vuelo arroba al lector en su ser andrógino: "Voy a violar el mar/ y con mi vela a contrapelo/ le rasgaré la arena/ para dejar mi huella?" "Acúñame/ -esculpe tu marca-/ pero no te quedes".En sus versos la poeta invoca al universo del pasado, y sus habitantes cobran vida, y las flores florecen, y los gatos maúllan, y el río canta, y las montañas se elevan, y el cielo las recibe, y las nubes danzan, y el sol y la luna se buscan, y el mar ruge y susurra, y las ciudades ofrecen y ocultan, y el vendedor pregona, y el fruto ríe, y el fruto llora, y la vida vive... Pero sus versos también lloran los golpes, y la guerra, y el dolor, y el desamor, y la despedida, y la muerte, y el silencio, y el paso del tiempo, y la falta de tiempo, y el olvido? En fin, la poesía de Ana Milena es música y danza, lágrima y canto, añoranza y promesa, dolor y placer, vida y muerte. Sus versos expresan el deseo de vivir y de cantarle a la vida, y la necesidad de diálogo consigo, con el otro y con quienes disfrutan el arte de las palabras.