Reseña

Este libro es producto de lecturas y de visiones particulares que se expresan en la narrativa de Carmen Pinto. En su mayor parte, los textos conducen a los predios de la literatura de terror. En el cuentario no es difícil ver el desfile de lo insólito, de lo absurdo, de lo inesperado, de lo violento, de lo espeluznante y, a veces, de un humor de gota fría. Ella tiene esa simpatía y esa tendencia, y nada en contra se puede hacer o formular. Y los cuentos lo delatan: en ellos están los gatos indescifrables, el vino hecho con sangre humana, el libro mortal, los agujeros negros, una horripilante pierna ortopédica, los mongólicos imaginados. Cada quien, pues, posee su propio paraíso o su propio infierno, y esa es una propiedad irrebatible.[...]
Cuentos para comenzar la noche es un volumen bien narrado, trabajado desde hace años, y su lenguaje posee claridad y convicción, lo cual no es poco mérito. A no dudar, tiene varios logros narrativos. De entrada quiero destacar los textos Recuerdos de la clase de historia, La vaca Carolina lee historias de amor, Mi libro de cabecera, Mi juicio final, La sombra de Aniceto, y Los hijos de la noche. En ellos se encuentra una válida muestra de la capacidad de esta autora que no evade los temas escabrosos, pues entiende que de esas durezas está hecho también el a veces desconcertante camino de la vida. Incluido en él la literatura.