Reseña

A lo largo de la historia, el ser humano convivió de una manera más o menos aceptable con la naturaleza hasta hace unos pocos siglos. Más recientemente, desarrollos tecnológicos, cambios en los modos de producción, avances en el conocimiento han permitido un desarrollo nunca antes visto de nuestra civilización. Hoy en día, como civilización, tenemos acceso a grandes riquezas y una elevada calidad de vida. Prueba y consecuencia de ello es que hoy en día somos más y vivimos más tiempo que nunca antes.
Sin embargo, somos habitantes y por el momento estamos confinados a una parte de la superficie terrestre. Un espacio finito que se constituye en nuestro hogar permanente. Como espacio finito, también tiene unos recursos limitados. Estos recursos además son necesarios para mantener la vida, incluyendo la nuestra sobre el planeta. El aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que ingerimos hacen parte de estos recursos vitales. Sin embargo, actualmente estamos consumiendo recursos naturales del planeta a un ritmo mayor que el que el mismo planeta es capaz de regenerar. El aire tiene más gas carbónico y está más contaminado que nunca, el agua potable escasea y nuestras tierras se están llenando de desechos tóxicos. No es difícil ver que esta situación no es sostenible a largo plazo. También es fácil ver que las peores consecuencias aparecerán en las próximas generaciones y que la civilización y posiblemente la humanidad misma es lo que está en juego.
Afortunadamente, nuestra civilización ha tenido la capacidad de prever las posibles consecuencias que esto puede tener (calentamiento global, sequías, hambrunas, desastres, aumento y surgimiento de nuevas enfermedades). También, hasta el momento hemos tenido la capacidad de esbozar algunas posibles soluciones (reciclaje, producción más limpia, energía alternativa, conservación). Desafortunadamente, estas soluciones (u otras) no se han comenzado a implementar con la urgencia y celeridad necesarias. Somos como un gran buque que va hacia un iceberg al que le toma mucho tiempo corregir el rumbo para evitar la catástrofe.
Conscientes de esta situación y de la necesidad de ayudar en algo a “cambiar el rumbo” hemos desarrollado, en conjunto GE Foundation, Give to Colombia y la División de Salud Comunitaria de la Fundación Santa Fe de Bogotá, el proyecto del cual este CD es parte. Esencialmente buscamos sensibilizar a grupos de jóvenes en estos temas y empoderarlos para que ellos sean capaces de tomar el rumbo de sus vidas y cambiar su destino y, por qué no, el de sus comunidades. El CD busca de manera simple y amena, compilar en un solo documento las herramientas brindadas, las experiencias vividas, las lecciones aprendidas y los cambios logrados. Invitamos al lector a explorar todos los rincones del mismo. Esperamos que al final de la jornada usted también nos ayude a “cambiar el rumbo”.
Juan Carlos Correa Senior
Director
División de Salud Comunitaria
Fundación Santa Fe de Bogotá