La aceptación de sí mismo y la autoafirmación
Autor: | Llano, Alfonso |
La aceptación de mí mismo y la autoafirmación de mi yo no son la misma cosa. Son dos actitudes fundamentales en la vida, cercanas pero no idénticas, ambas necesarias y muy importantes para el crecimiento y la madurez de todo ser humano, y para la superación de las crisis que nos esperan. Aceptarme es decirle sí a mi vida, a lo que soy y a lo que no soy, a mis cualidades y defectos, a mis presencias y ausencias. Es decirle sí a Dios, es darle gracias por lo que soy y por lo que no soy. Autoafirmarme, en cambio, es afirmar mi yo y expulsar de él a mis ?enemigos?, los cuales quieren invadirme para desposeerme, dándome ?golpe de estado? interior; debo ponerme a salvo frente a mis adversarios y mis estados de ánimo negativos. Igualmente, autoafirmarme es sostenerme en pie frente a tormentas y fracasos, frente a los enemigos y adversarios que pretenden derribarme, negar mi ser, sacarme de la existencia, marginarme a la berma del camino o, simplemente, a la nada. ¡Qué otra cosa quisieran mis adversarios, reales o imaginarios!