Reseña

El periodo 1990 a 2002, fue definitivo para el acceso a los espacios de representación de las organizaciones indígenas colombianas. Esta experiencia, una de las más ricas en el continente, permite analizar cómo, pese a sus limitaciones, la democracia colombiana ha sido capaz de incorporar nuevos actores y contener el desbordamiento del sistema político. Las organizaciones indígenas han mostrado, por su parte, la potencialidad de la combinación entre afirmación cultural, movilización social y democratización.