Reseña

Millones de personas en el mundo carecen de un techo para dormir y refugiarse. Pero también hay una falta de vivienda de otro tipo. Hay quienes tienen un techo para vivir, pero carecen de un entorno afectuoso. La calefacción funciona, pero la convivencia humana no. Oímos música constantemente, pero nunca una palabra amable. Necesitamos más que mobiliario. Nuestro corazón necesita un hogar.

¿Dónde podemos sentirnos como en casa? Donde podamos ser tal como somos; donde encontremos relajación, seguridad, protección y fuerza; donde reinen cordialidad y bondad. Aunque algunas veces haya desórdenes en el ambiente, el aire pesado siempre se disipa, el sol del amor siempre vuelve a brillar. Si ofrecemos nuestro corazón, al final llegará un corazón a nosotros. El amor es la casa en la que podemos vivir eternamente.