Reseña

El ejercicio amoroso por excelencia de los amantes parece no ser el ejercicio físico del amor que es el coito, sino el galante ejercicio propio de la expresión verbal cual es el poema, mas no empleado para conquistar con el empalague del seductor, sino para dar testimonio de que la conquista está dada, de que el amante es amado amante y de que el amado es amante amado. No se conquista con la palabra, se mantiene seducido al ya conquistado. En un coloquio donde se ponen a prueba mediante expresivos gestos ceremoniales todos los avatares donde el uno es el centro del otro uno. El enamoramiento es flecha de doble punta que simultáneamente dardea. Y la expresión del amante doble, que es la pareja, cuya manifestación más excelsa nos viene de los cantores de los cantares, encuentra una digna correspondencia en este amable bestiario del amor que es el Libro de los Amados, de Pablus Gallinazo y Tita Pulido. En esa expresión paralela de cómo es cada uno respecto de cada otro se cifra lo que es la toma y lo que es la entrega, que tan solo dependen de quien lo siente. Dos poetas amantes desnudan el amor para verse. Toda la superficie del mundo es la piel amada, la piel palpada. Mojada con las copas vertidas de un tercero en concordia, del señor Vino. Sólo en el alto ejercicio del placer de bombear palabras al ritmo de la ebriedad de los corazones, se estará preparado para el éxtasis último, para el clímax supremo, desnudos y sin gracias, de la separación por la furia, por la enemistad, el odio, el exceso. En el amor todas las pasiones tienen cabida. Este poema es el canto de amor total, en el que los amantes ganan perdiendo.... Jotamario