Reseña

Que la gente joven lea masivamente poesía es un acontecimiento de envergadura. Que los jóvenes lean y escriban poesía sentimental no deja de ser una resistencia en sí misma. El amor es siempre revolucionario. El amor contribuye a crear resortes que ayudan ante los vientos crueles del economicismo absoluto. Pues estos jóvenes nos hablan de amor. Están diciendo, necesitamos poesía de nuevo. Es verdad que no es lo mismo escribir un poema extenso que tuitear, pero también se tuitean versos de poemas más extensos. Al final todo se adapta, pues lo que la gente quiere es comunicarse.
Hoy, ante el notorio resurgimiento de la práctica poética, los escritores y lectores de todas las edades hallan en las comunicaciones modernas el otrora ambiente tradicional donde celebrar tertulias literarias y fortalecer la palabra, como jamás imaginaron que podrían hacerlo, no solo escribiendo correos electrónicos o alimentando páginas web y publicando libros electrónicos, sino haciendo presencia virtual tal y como si estuvieran en persona, reunidos con sus colegas cercanos y distantes.
El medio, las redes sociales, es un fenómeno sin precedentes que dio paso a todas las formas de expresión. De ese mundo forman parte jóvenes con una media de veinte años, y según los conceptos de los estudiosos, “nativos digitales que nunca han vivido en el mundo analógico y que no han tenido que adaptarse a la tecnología porque han nacido con ella”. Surgen entonces las manifestaciones de índole sociológica de una generación enfrentada a un escenario hostil de difícil confrontación en el que la resistencia es parte de la lucha por sobrevivir y la imaginación, el talismán que atrae todos los medios creativos para manifestarse, entre ellos la Poesía.