Reseña

En las últimas dos décadas, la economía cubana ha enfrentado una de las crisis más profundas de su historia, marcada por la desaparición del sistema socialista mundial y el recrudecimiento del embargo norteamericano. Estas condiciones externas, junto con limitaciones internas, ocasionaron un fuerte deterioro en la situación económica del país y plantearon la necesidad de redefinir su inserción internacional. Ante este panorama, un grupo de economistas cubanos, residentes tanto en la isla como en el exterior, se ha articulado en torno a un análisis crítico de las alternativas de política económica, con el fin de aportar ideas para superar la crisis y encaminar a Cuba hacia un desarrollo económico y social sostenible.

El diálogo permanente de estos especialistas se ha fortalecido gracias a los avances en las telecomunicaciones y a su participación en congresos, simposios y estancias de investigación. Con el apoyo de la Fundación Ford, el Social Science Research Council de Nueva York y el Norwegian Institute of International Affairs, algunos investigadores realizaron estudios comparados en Vietnam, Brasil, Sudáfrica y Noruega, buscando lecciones útiles para la experiencia cubana.

Este libro recoge esas reflexiones y debates, enmarcados en los recientes cambios de la política económica cubana y en la búsqueda de estrategias para actualizar su modelo en el siglo XXI.