Reseña

Afrontar retos históricos y nuevos problemas como las crisis
económicas, los problemas ambientales o los efectos de las multifacéticas
migraciones requieren, concomitantemente, de nuevas rutas de abordaje
y nuevas formas de coexistencia en el ejercicio ciudadano. La ciudadanía,
como concreción de los diversos modos y formas en que una sociedad se
constituye, es un campo de estudio profundo, que necesita abordajes en
contexto y que, como se demuestra en este libro, se pueden pensar para
constituirse de otras maneras, sobre todo, cuando aún persisten modelos
y esquemas regulativos que entran en conflicto con las vivencias y
necesidades de los habitantes del territorio. Este estudio surge en respuesta
a varias cuestiones que, desde la educación, el desarrollo de la ciudadanía,
los procesos de mundialización y las perspectivas sobre la interculturalidad,
se interceptan, con intención de afrontar posibles despliegues resolutivos.
La cuestión en que se centra son los posibles límites para el desarrollo
de la formación ciudadana, cuando esta se problematiza al confrontarla
con los retos de una constitución ciudadana mundial. Ante ello, la
interculturalidad toma realce significativo, al desplegarse como condición
angular para ampliar los sentidos y factores transformativos. Este libro
propende por una práctica educativa, más allá de la esfera de la institución
escolar, que favorezca la urdimbre social, en contexto, en localidades, con
una capacidad resonante y abierta hacia nuevas localidades.