Reseña

No podemos dejar de afirmar que el periodismo actual está marcado por la so-
breabundancia de información, resultado en parte de la creciente influencia de

los llamados creadores de contenido en las plataformas digitales. Esta circuns-
tancia exige a los periodistas adaptarse a las nuevas tecnologías y, además de

convertirse en guardianes de la información en un entorno de ruido mediático
y desconfianza pública, asumir el desafío de combatir la desinformación y de
que la misión informativa esté por encima de las métricas de audiencia.
El malestar que producen estas nuevas formas de captar el corazón o, mejor,
la memoria de los lectores, pronto se disipa al sumergirse en la lectura de esta

serie de historias escritas por Óscar Andrés Sánchez Álvarez, periodista y poli-
tólogo, y que tengo la enorme satisfacción de presentar.

El autor no solo es colega, sino también amigo con quien comparto desde
sus inicios el oficio de narrar: primero, cuando llegó como practicante a la sala

de redacción de El Tiempo en Medellín y, más tarde, como colaborador inde-
pendiente para la misma casa editorial.

Esta obra reúne de manera ejemplar el empleo cabal de los distintos géne-
ros periodísticos: desde la noticia que trasciende el qué, el quién y el cuándo;

pasando por el reportaje de análisis, la entrevista, y sin dejar de lado la crónica y
las semblanzas o perfiles de personas comunes que suelen pasar desapercibidas,

pero que tienen un impacto significativo en la sociedad, así como las de rele-
vancia, cuya actuación ha tenido repercusión en la Nación y, en este caso, en la

política.

Estas historias tienen en común que denotan la suma de un exhaustivo tra-
bajo periodístico, donde queda expuesta la dedicación a la investigación y a la

reportería realizada en la inmersión que el autor hace en los ambientes, en la
empatía que alcanza con los personajes que retrata y en el rigor del infaltable
dato.

Asimismo, cabe destacar lo notable de la sencillez del lenguaje, con una re-
dacción que cumple cabalmente con los principios narrativos de claridad, con-
cisión y precisión, eso sí, sin dejar de lado la armonía y belleza de las palabras,

que en su conjunto terminan por cautivar y deleitar a quienes leen.

Estas son narraciones, sobre todo en el caso de las crónicas, que difícilmente

pueden encontrarse en nuestros periódicos hoy. De ahí que este libro nos recon-
cilie con el periodismo que insiste en mostrar que el mejor camino para contar

historias es, precisamente, el oficio periodístico.