Reseña

El día domingo 9 de julio de 2017 publiqué, en el diario El Heraldo de la ciudad de Barranquilla, una columna de opinión titulada «Muerte al Tirano», en la que abordé, desde una perspectiva política, la situación que vive el hermano pueblo de Venezuela, sometido desde hace 19 años a una dictadura cruel y violenta, encarnada, en un primer momento, por Hugo Chávez Frías, y hoy, por el dictador Nicolás Maduro Moros, ungido por Chávez en su lecho de muerte, luego de una feroz intriga, promovida por los hermanos Fidel y Raúl Castro. A la luz de los acontecimientos acaecidos para esa época, como la criminalización de la protesta; la detención y tortura de líderes opositores, como Leopoldo lópez y Antonio Ledezma, y la infame agresión de colectivos chavistas contra los diputados de la posición, postulé que la única salida realista al aberrante estado de cosas que vive el pueblo venezolano era a través de la muerte del déspota Nicolás Maduro, la cual, afirmé, consideraba necesaria para la supervivencia de la República de Venezuela, además de ser un acto patriótico y moralmente irreprochable.