Apóstoles del cuidado: Líneas operativas o buenas prácticas
Autor: | Alí Herrera, Luis Manuel |
1. Los obispos colombianos proclamamos el Amor de Dios que se ofreció y “amó hasta el extremo” ( Jn 13, 1) en la persona de su Hijo Jesucristo. Ese Amor de Dios ha sido traicionado, herido y despreciado, por todos aquellos que causan daño a las personas e hieren su dignidad, tanto en los abusos sexuales cometidos por ministros ordenados, consagrados y laicos, como en las transgresiones no sexuales: maltrato, abuso de conciencia, abuso de poder, abuso espiritual o abuso de autoridad. 2. Ese Amor nos anima con corazón contrito a reconocer, una vez más, como comunidad eclesial, nuestros errores, nuestras negligencias y nuestras culpas, y a asumir nuestras responsabilidades. Como pastores no siempre hemos sido capaces de discernir “los signos de los tiempos”, de escuchar en toda ocasión a las víctimas de esos horrendos delitos y de ponerlas en el centro. A ellas dirigimos nuestra renovada petición de perdón y les expresamos nuestro sincero arrepentimiento. 3. En el camino de “dar respuesta a la situación de los abusos de todo tipo”, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, damos un “paso más”, a través de este nuevo documento, que adoptamos bajo el título, Apóstoles del cuidado: Líneas operativas o buenas prácticas, anexo y parte integrante de las Líneas Guía. s Guía. 4. Con estas Líneas operativas queremos brindar algunos criterios de acción para la implementación de buenas prácticas que sirvan para el discernimiento en el “servicio”, que tanto obispos, presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas, consagrados y laicos realizamos en la Iglesia. 5. La “integridad” de este servicio nos permitirá caminar sinodalmente en la generación de la cultura del cuidado, en la prevención y en la detección de violencias, abusos y maltratos cometidos por miembros de la Iglesia y en la actuación rápida, firme y oportuna, ante la realización de estas conductas; también evitar el encubrimiento, la negligencia y el secretismo por parte de las autoridades eclesiásticas. De igual forma, cuidar nuestra relación con Dios, nuestras relaciones con nuestro prójimo y con nosotros mismos. 6. Creemos, con el papa Francisco, que necesitamos “una continua y profunda conversión de los corazones, acompañada de acciones concretas y eficaces que involucren a todos en la Iglesia, de modo que la santidad personal y el compromiso moral contribuyan a promover la credibilidad del anuncio evangélico y la eficacia de la misión de la Iglesia. Esto sólo será posible con la gracia del Espíritu Santo derramado en nuestros corazones, porque, como nos advierte Jesús: “Sin mí no podéis hacer nada”
( Jn 15, 5). 7. Este documento, denominado Apóstoles del cuidado: Líneas operativas o buenas prácticas, entra en vigor el día 15 de agosto de 2023. Se publica en la página web de la Conferencia Episcopal de Colombia, como anexo a las Líneas Guía y se dará a conocer por otros medios divulgativos.