Reseña

La Madre suspiró;

desde lo hondo

de su Ser-Agua-y-Tierra

subieron las burbujas y formaron

el Aire que es el Padre…


En cópula insondable

la Pareja Inicial

fraguó al Demiurgo,

Fuerza hacedora que hizo visible

aquello que soñaron Los Primeros:

selva infinita, fauna innumerable

y un ser que tiene por tarea

indagar en sí mismo

hasta llegar a aquello que lo hace

saber sentirse Cosmos.


Y en ese largo aprendizaje

–fragua del verdadero ser humano,

al ir siempre hacia atrás

forjando el mito–

la mujer imitó a los Creadores:

tomó la arcilla germinal,

la mezcló y la amasó,

la volvió circular como es el Todo,

y, luego de aplicar

el fuego que endurece

y que transmuta,

creó el budare, ese utensilio

que torna humano lo salvaje…

lo crudo en lo cocido.