Reseña

Cuando nos encontramos con un día despejado, con un cielo abierto en dónde todo brilla y resplandece, el SOL ilumina y calienta la creación más perfecta de Dios, de la vida, del existir (el ser humano), la tierra con sus maravillas, lo inspirado por un creador y hecho por nosotros mismos; sentimos agrado levantarnos y empezar un nuevo día. Y nos sucede lo contrario cuando nos encontramos con la TORMENTA, un día oscuro, vientos fuertes, frío y lleno de agua, que, aunque es bendición que caiga, muchas veces no lo vemos así, y criticamos, nos desmoraliza y no queremos empezar el día porque nos genera pereza y apatía.

Estas dos circunstancias las encontraremos en todo lo cifrado y contexto en este libro, pues fue como quise que ustedes se identifiquen con el diario vivir que tenemos cada uno y que a través de mi historia quiero que puedan entender el propósito que nos tiene preparado un creador (Dios), que nos forja constantemente para ser mejores cada día, siendo soleado o siendo tormentoso el diario vivir.

La vida está llena de alegrías y de tristezas, y aquí retomo unas palabras de un amigo que me dijo un día: "de lo malo, hay que mirar lo bueno" y que, desde en ese entonces, comprendo por qué pueden pasar momentos en la vida que no son sosegados y que nos pueden alterar nuestra paz y tranquilidad.

Cada uno de ustedes tiene una historia para contar, yo no soy la excepción, es por eso que decidí contar mi historia, cumpliendo con un propósito que Dios tiene en mi vida, siendo mis palabras un canal, en el que pueda ayudar a otros a encontrarse a sí mismos.

Espero en ustedes mis lectores, que la voluntad de Dios que es mi guía y quién ayuda a colocar cada palabra en este escrito, a través de mi historia, mis experiencias vividas (que no fueron las mejores cuando niño) puedan encontrar respuestas en sus vidas, puedan encontrar alivio a sus dolores y aunque está de último no es menos importante, puedan encontrar el propósito que tiene Dios misericordioso con cada uno de ustedes.