Quiero tener un hijo
Autor: | Guzmán Rodríguez, Jose Angel |
Teniendo en cuenta los frutos que me han dejado a lo largo de mi vida mis experiencias personales, las relaciones con mi familia y mis amigos, así como las charlas que he ofrecido basadas en mis libros, he decidido contribuir con esta pequeña obra al crecimiento de quienes de una u otra forma tienen en sus mentes la idea o ilusión de tener un hijo, que sepan llevarlo por el mejor camino, darle las bases para que sea un buen ciudadano, un ser de bien, que trate a su prójimo y a la naturaleza con respeto y amor; pues todo ello conllevará a que en un futuro sea un buen padre.
El mundo está en constante evolución y cambio, trayéndonos nuevas enseñanzas, diagnósticos, incertidumbres, etc., para bien o para mal. Por ejemplo, los métodos pedagógicos puestos en práctica en la actualidad han cambiado de tal forma, que yo y mis coetáneos sentimos que nos hemos quedado en pañales
para poder entender el diagnóstico de la situación actual que nos permita determinar cómo los futuros padres enfrentarán la formación ética, su salud mental, la disciplina, el orden, el respeto, la felicidad, la civilidad, los triunfos y los fracasos.
Los avances tecnológicos en los que estamos inmersos la mayoría de los habitantes del planeta nos ponen los pelos de punta, ya que cuando les hablemos a nuestros hijos de urbanidad, modales, buen trato, estos no tienen ni idea de qué les estamos hablando, porque su cerebro está lleno de juegos electrónicos, internet, videojuegos, y el celular es la herramienta de consultas y respuestas.
Pero como padres, no debemos dejarnos intimidar por los avances tecnológicos. Lo que tenemos que hacer es manejar esta situación con mucha inteligencia y tacto, para que tanto hijos como padres no resultemos perdedores. Si los padres nos pegamos a la tecnología junto con nuestros hijos podemos ir de igual a igual y así entendernos los unos con los otros. Los avances tecnológicos no deben quedarse solo en manos de los jóvenes.
Si creer en DIOS nos llena de regocijo, ¿por qué no creer en nosotros mismos para sobrellevar esta nueva realidad? Invito a todos mis lectores a creer en sí mismos como punto de partida para poder creer en DIOS. Dios está dentro de nosotros mismos, él es justo, honesto, feliz, inteligente, comprensivo, sabe amar y perdonar, no conoce el odio, la venganza, la mentira, la envidia, no desea sino el bien y se olvida del mal, no se compara con nadie porque Él es el que es y punto. Todo ello es la inteligencia del cosmos y eso somos nosotros: un cosmos.