Reseña

Psicologizando: no apto para psicólogos (238 páginas. 2 edición) Este libro fue de los más difíciles de escribir. Es un ensayo que nace de la saturación y del asombro. No busca enseñar psicología, sino desenterrar las capas de sentido (y sinsentido) que hoy recubren nuestro modo de hablar, sentir y señalar lo humano. En un tiempo donde todo se etiqueta, se diagnostica o se psicologiza a la ligera, este libro abre una pausa necesaria: ¿Qué hemos hecho con
esta psicología que usamos como si fuera adorno de conversación? Lejos del dogma profesional, lo que aquí se propone es un diálogo sin blindajes.
Este libro no se esconde en el tecnicismo ni cae en la condescendencia. Aporta una mirada que piensa la psicología desde sus excesos y sus malentendidos, pero también desde su potencia y su fragilidad. No se trata de desacreditar saberes, sino de devolverles su contexto, su límite, su responsabilidad. Es un texto para quienes se han sentido diagnosticados sin haber preguntado, para quienes sospechan que algo se pierde cuando todo se rotula tan rápido. Es una invitación a pensar, pero, sobre todo, a sentir con más cuidado.