Inventario de lo invisible
Autor: | Serna Maya, Beatriz Elena |
De repente, me invade la nostalgia al sentirte durante tanto tiempo lejana.
Pareciera, que este reencuentro nuestro ha sido bastante tardío y me pregunto:
¿cómo fue que me perdí? ¿a dónde me fui? ¿cómo es que pude sobrevivir sin ti, si
tanto te necesito?
Tal vez, eras tú, la que me faltaba para llenarme de ganas: durante varios años
Tal vez, eras tú, la que me faltaba para llenarme de ganas: durante varios años
estuviste guardada en el baúl de las cosas bellas que por mí esperaban; ahora, que
has regresado a mi vida, descubro cuánto te necesitaba, no sé, cómo pude vivir sin
ti, sí es tu fuerza la que me impulsa y tu esencia la que me habita, quizás por eso, hoy
te tengo tantas ganas.
Llegas de repente como el caudal del rio a quien le habían desviado su cauce y le
Llegas de repente como el caudal del rio a quien le habían desviado su cauce y le
tenían retenido. Apareces, así de pronto, en el momento preciso, arrasando con todo
y reclamando lo tuyo.
Has vuelto en agosto entre el viento y la brisa, soplando con fuerza como si
Has vuelto en agosto entre el viento y la brisa, soplando con fuerza como si
estuvieras de prisa, y cómo no estarlo, sí llevas media vida esperando y casi la
eternidad deseando que volviera a pensarte, sentirte, desearte, pero, sobre todo,
necesitarte. Ahora estás aquí de nuevo, y no piensas marcharte: tendría que
detenerse la tierra, secarse el mar o acabarse el aire para que volvieras a irte y
abandonarme.
Si esto pasara, sería entonces, el tiempo de hacer la maleta, comprar el boleto y
Si esto pasara, sería entonces, el tiempo de hacer la maleta, comprar el boleto y
subir al tren que me llevará a otra parte.
Pero, esto no pasará de nuevo, porque preciso de ti, constituyes parte de mi esencia
y de mi ser; hoy que has vuelto, no te dejaré ir.