Reseña

Una hoja en blanco, un lápiz y unas manos que tienen el reto de convertir los pensamientos en palabras escritas, puede resultar, en ocasiones, aterrador para quien tiene esta misión. En la mente, las palabras van y vienen, juguetonas, como si nunca quisieran ser ordenadas, como si en ese ir y venir, las ideas no tuvieran la posibilidad de cobrar un sentido. Y es ahí, en donde la vida, y la forma misma de habitarla, ayudan un poco a estas palabras a tener una forma, un sentido, y a mostrar un mundo que había estado oculto en la mente de quien no sabía cómo contarlo. Este libro que tienes entre manos, es precisamente eso: retazos de vida de muchas personas, grandes y pequeñas, que han hecho parte de este tejido que es el Laboratorio del Espíritu, y que se atrevieron a darle
un sentido a las palabras, a escribir lo que llevan en el corazón, lo que imaginan y lo que han vivido. Es la recopilación de cuentos que han sido
elegidos para contar un territorio y a quienes lo han habitado desde sus realidades, sus fantasías y diferentes formas de ver la vida.
Son resultado de la participación en el concurso de cuento que ha realizado nuestra Biblioteca año tras año desde el 2018 al 2024. Cada año
se propuso una temática diferente para incentivar a la creación, dando paso a la magia y a las tradiciones que marcan desde la infancia; a imaginar y a soñar con una realidad diferente; a recordar los caminos que han sido andados y han guardado memoria; a conectar con el saber del campo que sostiene; a tomar conciencia por el cuidado de la Tierra; a jugar a inventar criaturas, tierras y aventuras que no existen, pero que tal vez deberían existir; y por último, mirar hacia atrás, hacia los antepasados, las costumbres y las raíces. Estos Retazos de la Memoria son una muestra de lo mucho que se puede decir cuando se nos da la palabra. Es también una invitación a seguir contando, a seguir escribiendo, a creer que todos tenemos una historia que vale la pena ser leída.