Reseña

Este no es un libro para entenderlo todo, es un libro para sentirse acompañado.
Hay traumas que no gritan, se quedan quietos, se esconden entre los silencios, parece que están durmiendo, pero están despiertos dentro de ti.
Quizás tienes recuerdos que no te atreves a nombrar, emociones que te lastiman y no sabes por qué, situaciones en las que ni siquiera comprendes por qué estás actuando así o simplemente una tristeza con la que has aprendido a vivir.
Este libro no es terapia, no es una guía para el proceso de sanación, ni un boleto para el olvido. Es un espacio, un santuario, en lenguaje, claro está, para hacerte respirar más lentamente, y tal vez, sin darte cuenta, te conviertas en el oyente de todo lo que no dices.
Nadie aquí va a obligarte a contar tu historia, pero quizás te ayude a comenzar a escribirla para ti mismo. Incluso si son piezas sueltas, incluso si siguen doliendo.
Y si no estás listo, está bien. Si hay momentos durante el camino en los que sientes que no lo estás, eso también está bien.
Esto no se trata de cumplir metas, solamente de momentos compartidos.
Detenerte para recordar que no estas solo, y que eso que tienes adentro de ti no te hace menos que los demás.
Este libro es tuyo, para que lo leas como quieras. Desde el principio, la mitad o solo en días tristes. La clave no es entenderlo todo, el punto es que te encuentres donde estés.
Porque lo que callas... también importa.