Reseña

La salud mental emocional SME es un aspecto fundamental del bienestar humano que influye en cómo se piensa y en cómo se actúa teniendo en cuenta los diferentes cambios fisiológicos y estructurales, en un trabajo coordinado de diferentes regiones cerebrales. A medida que avanza en el siglo XXI, la importancia de abordar la SME ha cobrado una relevancia sin precedentes, especialmente a raíz de situaciones como el Terremoto del 25 de Enero de 1999 en el Departamento del Quindío; las diferentes etapas de las violencia y la pandemia globalizada de COVID-19, que exacerbaron problemas de ansiedad, depresión y estrés. Dentro de este contexto, la psicología cognitiva conductual PCC se presenta como una herramienta poderosa para entender y tratar los trastornos mentales, así como para promover una SME óptima.
La SME abarca una amplia gama de aspectos, desde el funcionamiento del cerebro, el manejo de las emociones y la capacidad de enfrentar el estrés, hasta la formación de relaciones saludables y la toma de decisiones. La Organización Panamericana de la Salud OPS y la Organización Mundial de la Salud OMS definen la SME, como un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. Sin embargo, el estigma y la falta de recursos en muchos lugares han dificultado el acceso a tratamientos adecuados, lo que hace urgente encontrar enfoques efectivos para la intervención.
La psicología cognitiva conductual PCC y su consecuencia terapia cognitiva-conductual TCC, se centran en identificar y modificar pensamientos y comportamientos disfuncionales. Se basa en la idea de que los pensamientos influyen en las emociones y comportamientos. Por lo tanto, al cambiar los patrones de pensamiento, es posible mejorar el estado emocional y en consecuencia, las acciones. Este enfoque no solo se limita a la terapia clínica, sino que también se puede aplicar en contextos educativos, laborales y de desarrollo personal.
Uno de los principales beneficios de la PCC es su fundamentación en la investigación científica. Numerosos estudios han demostrado su efectividad en el tratamiento de trastornos como la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios. La estructura de la TCC permite a los pacientes adquirir habilidades prácticas que pueden utilizar en su vida diaria, lo que fomenta un sentido de empoderamiento y auto eficiencia.
Además de su aplicación clínica, la PCC también juega un papel crucial en la prevención de problemas de SME. En la educación, sobre cómo los pensamientos afectan las emociones y comportamientos pueden empoderar a las personas para que gestionen mejor sus vidas. En programas de prevención basados en principios de la PCC que pueden ser implementados en escuelas, lugares de trabajo y comunidades, promoviendo una cultura de salud mental positiva y la resiliencia ante las adversidades.
El estudio de la SME desde el ángulo de la PCC, no se limita a la terapia individual. También se puede integrar con otros enfoques, como la neurociencia, la medicina y la sociología. Por ejemplo, el conocimiento sobre cómo el cerebro procesa la información puede enriquecer las intervenciones de la PCC, mientras que la comprensión de los factores sociales y culturales puede ayudar a contextualizar y personalizar el tratamiento. Esta interdisciplinariedad es esencial en un mundo donde los factores que afectan la SME son complejos y multifacéticos.