Balada para piel de luna
Autor: | Forero, Diana Carol |
Sobre Balada para piel de luna, de Diana Carol Forero
La poesía de Diana Carol Forero, entre muchas cosas más, es una advertencia y un recuerdo de los apretados hilos que unen a vivos y muertos. Su voz poética y su mirada se detienen ante el misterio de las vidas que ya no son, pero que pudieron ser. Crea así una extraña y hermosa comunidad de ausentes. Su poesía es entonces el punto en el que se encuentran la belleza y la justicia.
Pedro Adrián Zuluaga
En la poesía de Diana Carol Forero encontramos, en un mismo lugar y de forma simultánea, una mirada dulce o los ojos enrojecidos que desangra la guerra; va del erótico encuentro al cuerpo desmembrado; de un corazón inundado por el goce, al pálpito de la ausencia. Entrar en las páginas de Balada para piel de luna es ahondar en lo más profundo del alma humana y ser testigos de la desnudez de su autora, que nunca calla porque siempre tiene una respuesta, que clava su estocada en medio del corazón que sigue palpitando entre la vida y la muerte. «Partida en dos» o «enamorada».
Jaime Fernández Molano
En Balada para piel de luna, por un lado, está la íntima creencia
de la autora en la bondad y la belleza del ser humano, y que nos
merecemos algo mejor. Hay belleza en las matemáticas, una de sus
debilidades, como la hay en la entrega del amor y su búsqueda:
«He habitado tantos cuerpos / he besado tantas bocas / Y siempre
has sido solo tú». También, que hay que luchar por ello: Diana es
consciente de la brutalidad y crueldad de la vida. A la manera de la
frase de Marx sobre Hegel sobre la historia, primero como trage-
dia: «Me han partido en dos, / Como un maniquí roto / he queda-
do al lado del camino». También como farsa: «Alguna vez fui un
circo / —de pueblo, claro— / con escaso público / Uno que otro
curioso / Algunos ociosos / —morbosos los que más— / deambu-
laban por mi toldo / sin poder dar crédito a sus ojos / y a mi
pasmosa versatilidad.
Samuel Whelpley